Un
Bergantín es un
barco generalmente de dos
mástiles con todo su aparejo formado por
velas cuadradas, es decir, velas dispuestas en los mástiles colgando de vergas transversales respecto al eje longitudinal de la nave (el que va desde la
proa hasta la
popa).
El bergantín aparece en la segunda parte del siglo XVII y se empleó de forma generalizada hasta el
siglo XIX. Se caracterizaba por la gran superficie vélica que era capaz de desplegar para su desplazamiento, de hasta 600
toneladas, siendo los bergantines buques extremadamente rápidos y ágiles en la maniobra y apropiados para tráfico entre continentes.